Créditos: Survival International
En junio de 2019, la deforestación en Brasil ha aumentado de 88% en comparación con el nivel de junio de 2018. Esta realidad es obviamente preocupante desde un punto de vista ambiental, pero tendemos a olvidar el aspecto humano. En efecto, hay poblaciones indígenas que viven en este bosque desde cientos de años y cuya cultura padece de las actividades humanas.
Es el caso de la tribu awá compuesta de cazadores y recolectores que viven en la parte brasileña de la selva amazónica. Es una de las tribus más amenazadas del mundo por la deforestación, la urbanización y la explotación a las que tiene que enfrentarse.
Los árboles gigantes del bosque también son codiciados por otros actores. Si es cierto que su territorio está legalmente protegido, grupos de madereros criminales hacen fortuna allí. Cuando la temporada de lluvias termina, algunos madereros reanudan con sus actividades, mientras que los criadores incendian nuevas parcelas del bosque para alimentar al ganado.
Las actividades de los madereros y criadores han alcanzado un punto crítico cuando casi el 30% de una de las reservas de los awás ha sido declarado destruido.

Créditos: Survival International
Según la ONG Survival International, los bosques ocupados por los awás están desapareciendo más rápidamente que cualquier otro territorio indígena en Brasil.
Con la elección del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se puede observar un acelerón de la urbanización en un territorio considerado por el gobierno como improductivo y deshabitado.
Las primeras víctimas del proceso son esos pueblos indígenas y su cultura. La difusión del estilo de vida de los europeos tiende a borrar la cultura de los miembros de la tribu que van resignandose a ir a la ciudad. Así, la baja del número de indígenas awá se puede explicar por un cambio de estilo de vida a causa de la urbanización. A pesar de que sus tierras están protegidas por la constitución nacional, es un pueblo nómada y limitado a tierras cada vez más pequeñas. En efecto, las reservas están sobrepobladas y la extensión de las ciudades convierte a muchos jóvenes a un estilo de vida más contemporáneo.

Créditos: Survival International
El suelo brasileño está lleno de recursos y la mina de hierro más grande del planeta se encuentra a algunos kilómetros del territorio de la tribu awá. De hecho, trenes circulan de día y de noche entre la mina y el Océano Atlántico. En su camino, pasan a solo unos metros de los bosques donde todavía viven los awás aislados. Por encima, la vía del tren permite a extranjeros cazar ilegalmente en las tierras de la tribu y los awás apenas tienen medios para defenderse de los rifles de los cazadores furtivos. Así, otro motivo de desplazamiento por una parte de la tribu es escaparse de la violencia del territorio. Además, los Awá no están acostumbrados a los contactos con el mundo urbano, una enfermedad básica puede contaminar a toda la población y tener consecuencias dramáticas.
La selva amazónica es una de las mayores preocupaciones de nuestro siglo, incluso por la deforestación y las consecuencias a nivel humano y medio ambiental.
Con todo, hoy en día se observa un movimiento de solidaridad hacia las minorías gracias a las acciones de ONG como Survival International, al turismo solidario y a la mediatización de los problemas de los awás. Esto p ermite favorecer la protección de la identidad y de la cultura indígena, así como impulsar otras luchas.

Créditos: Survival International

Marion HAMEL y Hugo COING
SURVIVAL INTERNATIONAL.