Escrito por Frédéric Foucaud y traducido por Eduardo Muñoz Sereño

La “Caridad del Cobre”, novela plural, reflejo de la complejidad de la sociedad cubana y sus múltiples facetas es, ante todo, una invitación a sumergirse en la Cuba desconocida, aquella de la Santería y del Palo Monte, en los cultos traídos de África que impregnan profundamente la cultura y vida cotidiana cubana de una gran parte de su población sin que el extranjero, que recién descubre este país, pueda sospechar nada, perfectamente ignorante del por qué estas personas vestidas completamente de blanco deambulan de aquí para allá ostentando sus collares de perlas multicolores en las calles de La Habana, así como el significado de las pequeñas estatuas de cemento con los ojos hechos de conchas marinas y sus recipientes de arcilla, dotados de cigarros y algunas monedas, dispuestos detrás de las puertas o en las moradas de la gran isla o, también, lejos de esas extrañas tiendas que venden todo tipo de artículos de improbable utilidad a los ojos del común de los mortales.  

La “caridad del cobre”, la novela enamorada de la Cuba oculta

© Daniel Sessler

Esta es, por supuesto, sobre todo una novela de un enamorado de Cuba y del pueblo cubano, mucho tiempo vicepresidente de una ONG francesa de cooperación con la isla, quien, llegado en principio por motivos ligados a sus actividades políticas parisinas, ha tenido un amor a primera vista por el país que él ha visitado más de sesenta veces a lo largo de dieciséis años, recorriéndolo de Este a Oeste en búsqueda de antigüedades y de sitios de buceo, compartiendo su vida con una santera que le hizo asistir a muchas ceremonias, cajones tambores y otras ceremonias espirituales organizadas por su familia de religión, pequeños grupos de devotos que se organizan alrededor de un padrino y una madrina, algo muy común en estas religiones desprovistas de clérigos.

La caridad del cobre, más allá de una evocación sin rodeos de estos extranjeros que vienen en búsqueda del amor fácil y con tarifas definidas, es una vibrante historia de amor y de redención, aquella de Jules, un héroe a su pesar, un comunista decepcionado quien, habiendo abandonado por error su Aitana tan amada, lleva sobre su espalda el peso de una infinita culpabilidad, la cual solo podrá ser liberada sorteando las más terroríficas pruebas llevadas a cabo a lo largo de un recorrido iniciático rudo, cargado de dudas y cuestionamientos incesantes que solo su pasión amorosa intacta le permitirá sobrellevar.

La “caridad del cobre”, la novela enamorada de la Cuba oculta

© Persnickety Prints

Es, finalmente, una pintura sin concesiones del cotidiano de los cubanos, sumidos a las privaciones, penurias, tribulaciones administrativas y policiales, al absurdo y lo ilógico de los miles de trámites obligatorios, pero también, y sobre todo, un homenaje basado en su extraordinaria resiliencia, a su humor indomable, al “a pesar de todo”, y a ese apego visceral a su patria que los caracteriza, ejemplificando fuertemente  el sufrimiento profundo de estos exiliados, estos “desterrados” como la expresión castellana lo expresa tan pertinentemente, quienes bien habiendo obtenido el bienestar material, portan en ellos, como una herida secreta, su falta de familiaridad, esa ligereza grave y calurosa que impregna allá lejos a la menor relación humana y explica, probablemente, en gran parte, el apego visceral de los cubanos tanto de corazón como de nacionalidad a este país sin igual.

Tanto aquel que ha tenido la oportunidad de visitar la isla como aquellos que no han tenido aún esta oportunidad, apreciarán el placer de encontrar o de descubrir a lo largo de la narración y de las peregrinaciones de Jules a los lugares emblemáticos de la Habana y de Santiago, de la Habana Vieja en La Lisa, pasando por el Vedado y Regla con sus joyas de Art Deco, hasta la Casa de la Música y la de la Trova, los templos de la Salsa y del Son cubano, sin olvidar la basílica del Cobre, alto lugar del sincretismo. Los lectores serán invitados a ir allí y volver sin demora, antes de que la inevitable transición a la modernidad, hasta ahora postergada, deje a los bulldozers una gran parte de esta Habana terriblemente romántica en la decadencia de sus más bellos restos, esta burbuja temporal única en su tipo anclada en los años 50’s, y nos haga desaparecer para siempre una suavidad de vivir única, a pesar de todo

La “caridad del cobre”, la novela enamorada de la Cuba oculta

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Frédéric Foucaud

Frédéric Foucaud

Traducido por Eduardo Muñoz Sereño