« El Rock & Roll es un medio de comunicación. Y sería ilógico que nosotros, habiendo millones de personas en el mundo que hablamos el lenguaje de Cervantes, pues no tuviéramos nuestro propio Rock & Roll ».
Con esta frase de Álex Lora, vocalista de la banda de Rock mexicana El Tri, comienza el nuevo documental creado por Nicolás Entel y dirigido por Picky Talarico.
« Rompan todo » nos cuenta cómo el Rock & Roll, nacido en Estados Unidos en la primera mitad de la década de los 50, llegó a Latinoamérica. El éxito de este género musical, que ya contaba con millones de adeptos en el Norte del continente desde hacía unos años, llegó en primer lugar a México. En 1959 empezaron a nacer en el país bandas como los Teen tops o Los Locos del Ritmo, que se dedicaban a versionar en español conocidas canciones de Rock & Roll en inglés. Por ejemplo, el clásico Jailhouse Rock de Elvis Presley que los Teen tops convirtieron en « El rock de la cárcel », o Take a Heart de los británicos The Sorrows, cantada por los Locos del Ritmo como «Tomas un corazón». Poco después en Argentina, Los Hooligans versionarían la mítica Pink Shoe Laces de Dodie Stevens titulándola « Agujetas de color de rosa ».
Estas bandas tuvieron un papel muy importante en el desarrollo del género en lengua española, ya que le demostraron al público que este tipo de música no tenía por qué ser en inglés para ser de calidad. Cogieron el Rock & Roll y lo transformaron en algo suyo. « Si no hubiéramos puesto nosotros los cimientos con esas canciones gringas, no hubiera existido el rascacielos que ahora se llama el Rock », declara Rafael Acosta, miembro de los Locos del Ritmo.
Durante todo el documental se van sucediendo en la pantalla distintos integrantes de las bandas de Rock más importantes de América latina, relatando en primera persona los distintos hechos históricos que marcaron el género. Javier Bátiz (Los rebeldes del Rock), Pedro Aznar (Serú Girán), Billy Bond (la Pesada del Rock & Roll), Gustavo Santaolalla (Arco Iris), Enrique Guzmán (los Teen tops), Andrés Calamaro (Los abuelos de la Nada) y muchos más, nos cuentan cómo vivieron el nacimiento del Rock latinoamericano y en qué consistió su contribución en el desarrollo del género.
Varios de estos artistas relatan su fascinación ante la llegada de los Beatles al panorama musical en 1964. Escuchaban sin parar sus canciones y alguno se atreve a decir que dieron identidad a su adolescencia. La Beatlemania, es decir el desmesurado y en ocasiones incluso un poco loco interés que se demostró por el cuarteto de Liverpool en la década de los 60, se extendió hasta América Latina, a más de 15000 km de Gran Bretaña, en una época sin internet y con pocos medios de comunicación. Los Beatles, junto con los Rolling Stones un poco más tarde, y también otros artistas como David Bowie o Bob Dylan, tuvieron una influencia directa sobre lo que se empezaba a hacer en América Latina. Ver el éxito internacional de estos artistas impulsó a muchos jóvenes a querer formar grupos con otra gente de su edad, a intentar empezar en la música. Fue así como la ola del Rock & Roll empezó a extenderse por el resto de países latinoamericanos.
En Montevideo (Uruguay), los Shakers, banda formada por los hermanos Fattoruso, versionaban a los Beatles, copiando también su look. Llegaron incluso a causar confusión entre los montevideanos que los veían en el paseo marítimo, que creían al principio estar viendo al grupo británico del otro lado del Atlántico. John Lennon, vocalista de los Beatles, llegó a declarar que había un solo grupo en el mundo que los imitase bien, y que se trataba de los Shakers.
El género de moda llegó también a Perú. En Lima, los Shain ‘s empezaron a tocar en las matinales de televisión de los domingos, con apenas 14 años. Hay que tener en cuenta que había muy poca gente que tocase la guitarra eléctrica o demás instrumentos característicos del Rock & Roll en aquella época. La escasa divulgación de los instrumentos de música y el desigual acceso a ellos según el país donde uno se encontrase, hacía que en ciertos sitios sólo unos pocos pudiesen aprender a tocar y formar una banda de Rock. Uno de los integrantes de Los Saicos, también peruanos y de los primeros en latinoamérica en experimentar con una vertiente más punk del Rock, César Castrillón, declara en su entrevista que él ni siquiera sabía tocar el bajo cuando empezaron. Ensayaban 6 y hasta 8 horas diarias, con la principal motivación según Castrillón, de que les viesen las chicas del barrio y se fijaran en ellos por tener una banda.
En Argentina el Rock empezó a ocupar un lugar importante dentro de la cultura juvenil debido a dos elementos principales. El primero fue el programa de televisión « La escala musical » al que siempre venía un grupo a tocar al final. Esto supuso una contribución importante en la difusión del Rock & Roll, ya que se les cedía a los jóvenes artistas un espacio para que mostrasen la música que querían hacer. Por aquél plató pasaron los Shakers, los Gatos Salvajes y muchos más. El otro elemento de peso fue un lugar muy representativo para los rockeros de la época : la Cueva. Se trataba de un club nocturno con música en directo, pensado para los adinerados turistas que se podían permitir pagar la entrada. Los jóvenes de Buenos Aires que no tenían esta suerte, se quedaban fuera tomando algo y escuchando de lejos la música. Esto generó muchos encuentros entre amantes del género en la calle, de los cuales nacieron nuevas bandas como los Beatniks (formada en 1966).
Pero el Rock and Roll no gustaba a todos; una gran parte de la sociedad de aquella época lo asociaba a cosas muy negativas. Álex Lora (El Tri) cuenta que fue una vergüenza para su madre, y su familia en general, que su único hijo les saliera “rockanrolero”. No era algo respetable en la época, lejos de serlo, se asociaba con drogas, con amor libre y sobre todo con rebeldía, a partir del momento en que los estudiantes comenzaron a entender que este sonido podía servir para vehicular nuevas ideas que generasen cambios sociales. El rock empezó a convertirse en un modo de expresión, y en la banda sonora de los movimientos que luchaban por una mayor libertad durante toda la década de los 60.
En 1968, especialmente en los países en dictadura como México, las persecuciones policiales a los jóvenes (y particularmente los rockeros) se multiplicaron. Los que opinaban de manera distinta al gobierno corrían un riesgo de penas de cárcel o incluso consecuencias más duras. Esto se vio materializado en la represión de las manifestaciones estudiantiles por la democracia, el 2 de octubre de aquel año, en la ciudad de México. El número exacto de muertos que provocó este enfrentamiento con la policía es desconocido hasta la fecha, pero se sitúa entre 300 y 500 además de las más de 2000 detenciones que hubo.
Pero el miedo no consiguió frenar a los adeptos del género, que siguieron tocando clandestinamente y haciendo canciones. Y llegando casi a los años 70, apareció el primer sello discográfico dedicado al Rock y Blues en español : Mandioca la madre de los chicos, creado por Jorge Álvarez en Argentina. La existencia de un sello que sacaba exclusivamente álbumes de Rock, contribuyó por supuesto a una mayor difusión del género.
En esto consistirían, de manera muy resumida, los inicios del Rock & Roll en América latina tal y como los relata el primer capítulo de « Rompan todo ». Si les ha gustado este artículo, desde El Café Latino les recomendamos efusivamente que se animen a ver el documental entero, para descubrir cómo continuó desarrollándose este transgresor género a partir de los años 70.