Después de todo lo planteado podemos concluir que: “el líder emerge si está rodeado de un grupo de estúpidos”. No se trata de una frase insolente, es resultado de  preguntarme por el papel que la estupidez ha jugado en la idealización que hemos realizado del líder. Asumamos aquí esta tarea para que nos ayudemos a promover actitudes y comportamientos más críticos de nosotros mismos y de pronto en los demás.

Me aferrare para explicar la estupidez de Paul Tabori en su libro, “Historia de la estupidez humana. Nos dice que, “El sabio (para usar una definición simplificada) es el que conoce las causas de las cosas. El estúpido las ignora”. Y haciéndose la pregunta de qué es un estúpido nos responde:

¿Qué es, entonces, un estúpido? “El ser humano”, dice el doctor Feldmann, “a quien la naturaleza ha suministrado órganos sanos, y cuyo instrumento de raciocinio carece de defectos, a pesar de lo cual no sabe usarlo correctamente. El defecto reside, por lo tanto, no en el instrumento, sino en su usuario, el ser humano, el ego humano que utiliza y dirige el instrumento.” (pg. 13)

Los perores ejemplos de estupidez humana los estamos viviendo actualmente: Putin y la guerra contra Ucrania, Netanyahu y la guerra en Palestina,  o aquellos que desatan miedos, desesperanza en las organizaciones y equipos, en países y regiones. Lo son por la soberbia, los fanatismos, las supersticiones, las ideologías, que delatan y  que involucra también a los que están a su alrededor, por eso todos padecemos de la estupidez. La estupidez la padecemos todos, pero aquellos que no son capaces, o no quieren o no saben adquirir posturas críticas frente a sí mismos no saldrán de ese estado de estupidez.

Día a día vemos como aparecen en nuestra vida individuos que entorpecen y obstaculizan nuestra actividad, son esos que, cualquiera sea la actividad a la que se dediquen, aspiran a destacarse del resto, se apropian de la imagen del líder que allí predomina. Pero se equivocan por dos razones: La primera tiene que ver con que creen que ese “destacarse” depende de su carisma, personalidad, cualidades que los demás o no tienen o no ejercen pero que son necesarias para obtener buenos resultados en lo que se está haciendo o se va a hacer, consideraciones que más que liberar potencialidades en todos, nos forjan a depender de aquel que se destaca. La segunda porque desconocen la dinámica relacional en la que nos sumergimos cuando trabajamos juntos y que de manera poco consciente por parte de todos los implicados, determina el modo en que nos comportamos. Lo cual nos conduce  a conducirnos como estúpidos, a la estupidez de la idealización del héroe, perdón del líder.

El liderazgo y la estupidez humana

El remedio para la estupidez del seguidor como seguidor y del líder como líder; es la sensatez, es el llamado a confiar, a arriesgar por el otro y con el otro; a acceder al aprender para instaurar la mirada sistémica, la holística, la que hace el esfuerzo de ver los dos extremos a la vez; a generar diálogos que nos reten, que nos desacomoden, que nos inviten a dudar de lo que sabemos, de nosotros mismos y a salir a construir soluciones con los otros, no a imponerlas ni a convencer; a apropiarnos de nuestro crecimiento porque reconocemos nuestras fragilidades y la necesidad de otros en ese proceso de darnos cuenta; a vivir plenamente esto de pertenecer, no abandonar, hacernos responsables puesto que no controlamos nada, lo que nos pertenece es el buscar el sentido de aquello que nos sucede porque esto nos lleva a quedarnos a pesar de y a buscar otras soluciones.

La sensatez implica tener una comprensión profunda de la condición humana, lo que incluye la empatía, la tolerancia y la capacidad de ver más allá de uno mismo. A menudo está acompañada de una actitud reflexiva, abierta a aprender y crecer, así como una humildad que reconoce las limitaciones del propio conocimiento. La sensatez es una combinación de conocimiento, experiencia, juicio, empatía y reflexión, que permite a una persona tomar decisiones más informadas y consideradas, promoviendo tanto su bienestar como el de los demás.

El liderazgo y la estupidez humana

Dwayne Joe

Decía que la existencia del líder se debe a la presencia de un grupo de estúpidos. Aquí no importan el modelo de líder que impera, desde aquel autoritario hasta este democrático, porque lo que quiero desenmascarar son los sucesos que ocurren alrededor de ellos. La estupidez es la ignorancia de la propia ignorancia, esto es, la incapacidad para dudar de sí mismo; tiene necesidad de otros que le digan que debe hacer; necesita respuestas fáciles, simples; al estúpido no le gusta la incertidumbre, se aferra a lo que tiene, oye solo lo que le parece, busca sentir seguridad; forma parte solo de los grupos ganadores, privilegiados; le molesta aquel que piensa diferente, le huye; como ya lo dijo alguien: es difícil no ser estúpido.

Nos queda el reto de ser sensatos: una persona sensata se abstiene de buscar solo sus aspiraciones, genera interrogantes, busca la autonomía, se rebela contra la autoridad, contra lo que se sabe, está dispuesta a reconocer equivocaciones  de manera pronta y oportuna, se hace responsable, pertenece sintiéndose parte, no abandona a pesar de los sufrimientos y vicisitudes del momento, vive la incertidumbre de no saber, comprende que el cambio requiere desordenar y caminar hacia la complejidad.

Nombre de la scultura :»Mithridates»

 Raul Eduardo Nieto Echeverry

Raul Eduardo Nieto Echeverry

Psicólogo