© Diego Rivera, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central Museo Mural Diego Rivera.

En julio de 2018, en el marco de una campaña de sensibilización al desarrollo sostenible lanzada por la ONU, la Central de Abasto de México (CEDA), el principal mercado de productos de consumo mexicano, fue transformada en una gigantesca galería al aire libre a través de decenas de pinturas murales. Este acontecimiento realza la importancia de la pintura mural como modo de comunicación privilegiado en la sociedad mexicana moderna.

En México, existe un movimiento pictórico que se origina en los años 1910 después de la Revolución Mexicana, y que ha adquirido una importancia trascendente: el muralismo mexicano. En busca de la autenticidad, es uno de los primeros movimientos pictóricos que legitima la estética latinoamericana. Los muralistas mexicanos inspiraron a unos artistas latinoamericanos que decidieron comprometerse con la causa de un arte social, político y estético. En efecto, artistas e intelectuales mexicanos participaron en la construcción de una nueva identidad nacional conocida en todo el mundo. Hoy en día, la pintura mural es masiva en México.

El papel particular de la pintura mural en el país es histórico. Este último nació de la fragmentación de ideas políticas y sociales consiguientes a la revolución. Tras el conflicto, el gobierno decidió buscar la unidad de la nación mexicana. Al ser analfabeta una gran parte de la población, eligió difundir la Historia colectiva del país a través de una política de masificación et valorización de la pintura mural. Las paredes servían entonces para llevar los acontecimientos históricos constitutivos de la identidad nacional a la población. Así, las luchas de los indígenas contra la dominación española y la Revolución Mexicana fueron temas importantes del muralismo mexicano. Los pintores del movimiento consideraban las obras pictóricas como una nueva representación de la condición mexicana, e insistían en referencias míticas y populares. El objetivo era unir al pueblo mexicano en torno a valores y referencias colectivas.

 ¿Muralismo y StreetArt es lo mismo?

Du Muralisme Mexicain au Street Art

Exposición de Street Art en Querétaro – © Pauline KEFF et Marie BLAIN

Sin embargo, el muralismo se fue convirtiendo en un arte popular. En los años cincuenta, la “Generación de la Ruptura”, un grupo de artistas opuestos a los valores del muralismo vigente, empezó a inspirarse en nuevas temáticas. Así, este grupo de muralistas rupturistas difundió nuevos valores en su arte, tal como el cosmopolitismo y el apoliticismo. El primer objetivo de esta generación de artistas era alcanzar una universalidad plástica así como una mayor libertad de creación. Fue así como empezó un intercambio creativo en torno al muralismo con Europa.

Desde el principio del movimiento, las fachadas han estado promoviendo la expresión. El muralismo mexicano fue primero un arte al servicio del gobierno, antes de pasar a las manos de grupos populares que lo utilizaron como medio de expresión, de protesta, y de reivindicación social. Hoy, se encuentra el muralismo mexicano en el desarrollo del arte urbano (o “street art”) no solo en el continente latinoamericano sino en todo el mundo. En Latinoamérica, surgió como contracultura y como modo de expresión y de reivindicación mediante la calle. Hoy en día, ha alcanzado tanta importancia que se organizan visitas turísticas de los barrios para ver los murales más famosos de los muralistas modernos.

El arte urbano sigue evolucionando hacia un modo de expresión artístico que reúne múltiples técnicas, pero que se nutre del alma y de la vitalidad de las ciudades y de sus habitantes. La urbe se convierte en un lienzo inmenso que permite reinterpretar e reinventar este arte al infinito.

Pauline Keff y Marie Blain

Pauline Keff y Marie Blain

Sciencias PO Grenoble