Este fin de año, El Kabaret de la Última Esperanza vuelve a cartelera. Una obra de culto escrita por Óscar Castro y Pierre Barouh en 1986, retorna al Théâtre Aleph con siete funciones, seis de las cuales ya se han presentado, todas ellas a sala llena.
La representación traslada al público al ambiente de un cabaret insólito, situado en un pueblo desconocido en pleno desierto de Atacama, en Chile. Es aquí donde su propietario, un tal José Aceituno, y su esposa, la Môme Bijou, montan su establecimiento. Escapan así a la censura de su actividad, prohibida por las autoridades en la capital y los centros urbanos, consiguiendo obtener una autorización temporal para operar. Y esta noche, todo es posible…
Estamos en 1910, en una calurosa noche de verano en la que se espera el avistamiento del cometa Halley. El acontecimiento astral atrae a extravagantes visitantes a este improbable refugio en el desierto. Entre los invitados se encuentra la Presidenta de la República, la señora Leontina Pérez Salazar, que llega con acompañantes algo especiales. En la lista VIP de la noche figuran también un embajador no muy diplomático y su pareja. Todos desean aprovechar de este lugar privilegiado para salir a observar el firmamento cuando pase el esperado cuerpo celeste.
Y para satisfacer al exigente público, el programa de la velada incluye únicamente los mejores números de la compañía dirigida por el señor Aceituno. Este último espera, mediante el burlesco y la fanfarria de su espectáculo, convencer a la más alta autoridad del país para que le conceda una licencia definitiva para explotar su cabaret. Pero la noche seguirá su propio camino…
Esta obra se ha convertido en un clásico del Théâtre Aleph, y las representaciones de diciembre de 2022 son las primeras desde la muerte de su principal creador, Óscar Castro Ramírez (1947-2021). La historia del Aleph está estrechamente ligada a él.
Cabe señalar que el Aleph nació en 1967 en Santiago de Chile como una compañía de teatro amateur organizada por un grupo de estudiantes del que Castro era el líder. En el fervor de finales de los 60 y principios de los 70 en Chile, el Aleph puso en escena obras vanguardistas que aludían a la realidad contingente. Pero en 1973 llegó el golpe de Estado y la efervescencia dio paso a la oscuridad.
Óscar Castro y su hermana María Julieta fueron detenidos en 1974 por agentes de la dictadura de Pinochet y recluidos en el campo de Tres Álamos. Allí, se las arreglaron para montar pequeñas obras de teatro con otros presos y salvarse así del aburrimiento y el horror. Fueron liberados en 1976 y se exiliaron en Francia. Su madre no tuvo la misma suerte. Julieta Ramírez, una mujer conservadora, fue detenida cuando intentaba visitar a sus hijos y encarcelada en el centro Villa Grimalidi. Fue víctima de tortura y de desaparición forzada.
Refugiado en París, Óscar Castro desea seguir escribiendo y montando teatro, sean cuales sean las condiciones. Es su forma de afrontar el dolor. Acompañado por su hermana, su pareja y otros aventureros con quienes refundaron el Aleph en Francia, la compañía se alojará inicialmente en la Cartoucherie de Vincennes, invitada por Ariane Mnouchkine. Ella colabora en la producción del Exiliado Mateluna, una obra sobre el drama del exilio interpretada en clave de comedia, que se presentó durante varios meses en el Théâtre du Soleil en 1980.
Luego la compañía deambulará por diferentes espacios. Un anexo de la iglesia de Saint-Eustache se reservará para el encuentro de un grupo de exiliados latinoamericanos y Castro, también conocido como “Cuervo”, realizará allí talleres de teatro con el Aleph. Es aquí donde concibe el Kabaret de la Última Esperanza, tomando prestado el título (en francés) de una novela de Jack London. El espectáculo, que incluye bailarinas semidesnudas, no duró mucho en este lugar católico, pero se convertiría en un éxito. Se ofrecieron numerosas representaciones en el Bataclán y también en el extranjero. Según el Cuervo, con el cabaret él y Aleph “salieron de la miseria para entrar en la pobreza”.
Pero la compañía seguiría sin tener espacio propio. No fue hasta 1995, tras años de “okupaciones”, que encontrarían el lugar adecuado. En el número 30 de la rue Christophe Colombe, en Ivry-sur-Seine, el Aleph se instaló en una antigua fábrica de cartón que la tropa de comediantes y sus amigos convirtieron en sala de teatro. Actualmente equipado con un piano bar donde se puede tomar una copa de vino chileno antes o después del espectáculo, el Aleph se ha convertido en un lugar de encuentro fraternal en torno al teatro.
La actual producción del Kabaret cuenta con un amplio reparto, que incluye a la tribu de los Castro (los cinco hijos del Cuervo), miembros de la compañía Aleph y actores del grupo Latin’Actors. Un conjunto de batería, guitarra y piano interpreta las melodías compuestas por Anita Vallejo. La canción principal de la obra, cuya letra es de Pierre Barouh (canción de la que Yves Montand se enamorará, llegando a grabarla poco antes de morir), resume bien el espíritu de la obra: “Si quelques paumés de l’univers / Au cabaret de la dernière chance / Se retrouvent autour d’un dernier verre / Viens prendre un air d’insouciance / Et danse !”.
El Kabaret de la Última Esperanza es un espectáculo tónico en el que el público ríe, canta y se emociona.
Queda aún una última esperanza (para ver la obra). El 31 de diciembre, el Théâtre Aleph organiza una velada especial en torno al espectáculo. Si no tiene planes para la noche de año nuevo, no lo dude. Es necesario reservar.
Es de esperar, sin embargo, que el Aleph pueda deleitar al público con nuevas funciones del Kabaret en 2023.
Andrés Muñoz Cárcamo
Autor
Photos: Andrés Muñoz Cárcamo