© Grain de Sail – El velero de carga Grain de Sail
«No sabían que era imposible, por eso lo hicieron», dijo Mark Twain. Ese es el espíritu con el que se construyó «la aventura de Grain de Sail.» Nacido en 2012 de la mente de dos hermanos expertos en energías renovables, el proyecto inicial de Grain de Sail consistía en importar chocolate y café de América Latina reduciendo al mínimo las emisiones de CO2 generadas durante el viaje. La idea era utilizar un medio de transporte único y respetuoso con el medio ambiente: el velero de carga. Como lo dice la empresa, la idea es «volver a los métodos ancestrales de transporte en velero, añadiendo al mismo tiempo una dimensión moderna e industrial.» Símbolo fuertemente ecológico, el velero pretende también «reducir en más de un 95% las emisiones de carbono procedentes del transporte marítimo de materias primas.»
Así nació el proyecto: en 2013 abrió sus puertas un taller de torrefacción de café, al que siguió, tres años más tarde, una fábrica de chocolate. Pero no se olvidó el proyecto inicial: el éxito comercial de la empresa le permitió construir su primer buque, el Grain de Sail, que realizó su primera travesía en 2020 y al que se unió un segundo velero de carga, el Grain de Sail II tres años después.
© Grain de Sail – Flores y chocolate
La iniciativa Grain de Sail es única en el mundo: por primera vez se ha diseñado un velero de carga de más de 24 metros de eslora para el transporte de mercancías, construido íntegramente en aluminio y dotado de una bodega refrigerada con una capacidad de carga de 50 toneladas.
El fondo de dotación dedicado al océano en Brest Oceanopolis Acts y la empresa bretona pionera del transporte moderno a vela Grain de Sail firmaron un acuerdo de patrocini para concienciar sobre la necesidad de proteger el Océano.
Aunque el principal objetivo es reducir el impacto del medio de transporte en el medio ambiente, Grain de Sail afirma también estar comprometida con el comercio justo para garantizar el «bienestar» de sus proveedores, «la equidad social, la sostenibilidad económica y el mantenimiento de los puestos de trabajo.» La empresa francesa asegura que paga un «salario justo» (la página web de Grain de Sail afirma que un productor del Comercio Justo gana un 50% más que uno cuyos productos proceden del Comercio convencional) a los productores de café y cacao latinoamericanos, y promueve la integración laboral de trabajadores discapacitados. Entre otras cosas, este compromiso implica la firma de contratos con pequeños productores locales, como explotaciones familiares asociadas a cooperativas agrícolas.
Otra particularidad de Grain de Sail directamente relacionada con el medio de transporte elegido es el tiempo de entrega de la mercancía y la frecuencia de los viajes. Los veleros de carga efectúan cada año «dos vueltas transatlánticas de unos tres meses cada una.» Saliendo de Saint-Malo, el buque hace una primera escala en Nueva York tras un viaje de 3 a 5 semanas exclusivamente a vela. A continuación se dirige hacia el Caribe, donde carga hasta 50 toneladas de mercancías procedentes de diversos países latinoamericanos, antes de volver a Bretaña. Aunque la duración del viaje pueda parecer larga, la compañía afirma que, como lo dijo Roland Dorgelès, «Viajar para (nosotros) no es llegar, es partir. Es lo inesperado de la próxima escala, es el deseo nunca cumplido de conocer otra cosa una y otra vez, es el mañana, eternamente mañana.»
© Grain de Sail – Escala en Puerto Plata, República dominicana