« Yo nací un día que Dios estuvo enfermo »

César Vallejo (Perú, 1892-1938) no era únicamente un poeta universalmente reconocido, era también un excelente prosista, que abordó todo tipo de géneros: periodismo, teatro, ensayo, novela… Pocas cosas habían que se le resistiera.

Nacido en un pueblo de los Andes peruanos, fue el décimo-primer hijo de una familia modesta de orígenes españoles e indígenas. Tras estudiar literatura, abandonó su país en 1923 para instalarse en Francia. En París frecuentó los círculos literarios vanguardistas, se ganó la vida como periodista, se unió al Partido comunista y apoyó la causa republicana española. Falleció en la capital francesa en 1938 y su obra fue reconocida de manera póstuma. En la actualidad es considerado por grandes figuras de la literatura como Jorge Semprun, como el mayor poeta latinoamericano del siglo XX.

Hacia el reino de los Sciris constituye su mayor contribución a la novela nacional peruana, ya que la historia se desarrolla en el corazón de la civilización Inca en su momento de apogeo. La novela fue publicada por la revista limeña “Nuestro Tiempo” en tres partes, en los números que salieron de enero a mayo de 1944. Pero se descubrió que el autor había publicado anteriormente, en 1931, extractos de la novela en el diario madrileño “La Voz de Madrid”, cuya impresión se vio interrumpida durante la Guerra Civil, cuando las tropas franquistas entraron en la capital. Al principio se trataba de un proyecto de novela que el autor pretendía seguir desarrollando.

Hacia el reino de los Sciris de César Vallejo, por fin en francés

Con ocasión del 200 aniversario de la independencia de Perú, la novela ha sido al fin traducida al francés. La historia se desarrolla durante el reinado de Túpac Yupanqui ( 1441-1493), décimo soberano del Imperio Inca. El título hace referencia al legendario reino de los Sciris, situado en la actual ciudad de Quito (Ecuador) y que era un territorio muy codiciado entre los conquistadores Incas.

La novela cuenta las distintas peripecias que ocurren durante el reinado de Túpac Yupanqui. Viendo los costes a los que se elevaban las campañas militares para conquistar nuevos territorios, éste decide suspenderlas y dedicarse a trabajos por la paz. A pesar de las críticas de varios nobles ante esta decisión, pensando que provocaría la ira de los dioses, Túpac Yupanqui insiste en el mantenimiento de la paz y redirige a sus hombres hacia tareas más cotidianas, como el cultivo, la ganadería, la pesca o la construcción. En medio de estos cambios aparece Ticu, un adivino que, tras predecir la caída del Imperio en manos de personas extranjeras de extraña apariencia, es violentamente expulsado del Palacio.

Tras este episodio se encadenan una serie de desgracias que auguran un futuro incierto para el Imperio. La célebre piedra cansada cae desde lo alto de una fortaleza provocando la muerte de varios obreros, la jarra de chicha consagrada estalla en mil pedazos durante una ceremonia en el campo del sol, y el holocausto de lamas realizado por los sacerdotes para conocer el porvenir del Imperio no da respuestas concluyentes. Una nueva visita de Ticu el adivino empuja a Túpac Yupanqui a pensar que la ira de los dioses que ha causado todas estas desgracias fue desencadenada por la suspensión de las guerras de conquista para agrandar el Imperio. Decide entonces enviar a su hijo, el príncipe Huayna Cápac, junto con una armada, hacia el Norte, hacia el Reino de los Sciris…

Hacia el reino de los Sciris de César Vallejo, por fin en francés

Para escribir esta novela, César Vallejo se inspiró en documentos históricos antiguos y modernos sobre la vida de los Incas. Aunque su objetivo no era escribir una historia estrictamente fiel a la realidad de la época, sino lanzar un mensaje político-social, al igual que hizo en muchos otros escritos suyos de finales de los años 20 y comienzos de los 30.

Clara de Castro Casanueva

Clara de Castro Casanueva