©  Melanie Amadei

En la ciudad de la eterna primavera que es Medellín (Antioquia, Colombia), conocida localmente como «Medallo»; agosto es un mes de flores. Del 2 al 11 de agosto de 2024, la segunda ciudad más grande de Colombia acogió la 52ª Feria de las Flores.

La Feria de las Flores, que se celebra cada agosto desde 1968, rinde homenaje a la riqueza de la cultura tradicional colombiana y a la orquídea, la flor emblemática del país. El festival coincide también con la conmemoración de la Batalla de Boyacá y la independencia de Antioquia, departamento del cual Medellín es capital. Así, la Feria de las Flores es la fiesta popular por excelencia.

Medellín, la ciudad adornada de flores

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   Para los antioqueños, y en especial para los «paisas»[1], ésta es la fiesta más importante del año, convirtiéndose en Patrimonio Cultural de la Nación. Es la mayor celebración mundial de la horticultura[2]. Cada año, la Fiesta de las Flores acoge a muchos turistas, tanto extranjeros como colombianos de otros horizontes. Este año, la ciudad de Medellín acogió a 290.110 visitantes, lo que supone un aumento del 9,5% de turistas extranjeros con respecto al año anterior. En diez días, 21.000 personas disfrutaron de la Fiesta de las Flores.

Medellín, la ciudad adornada de flores

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Durante estos diez días ininterrumpidos, Medellín ofreció numerosas actividades como conciertos, conferencias, desfiles, etc. Una de las más esperadas fue el desfile de silleteros[3], que celebró su 67ª edición en el domingo 11 de agosto. Este desfile es el acto central y emblemático de la «Feria de las Flores», que incluso dio nombre a la fiesta. Ese recorrido de 100 de silleteros cargados de flores simboliza el encuentro de la Antioquia rural, de cultura campesina, que se ha forjado sembrando y trabajando la tierra, con la Antioquia moderna, representada en la capital Medellín, que en este desfile admira y acoge con respeto la tradición, al tiempo que da espacio a la nuevas y múltiples manifestaciones culturales de la gran ciudad. El silletero es el representante de una cultura ancestral y nos recuerda también que Medellín es ciudad y campo a la vez. 

Medellín, la ciudad adornada de flores

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Esta tradición es la historia de un país y de un pueblo, un pueblo de raíces campesinas. En efecto, la tradición de la silleta[4] tiene sus orígenes en la época colonial, cuando la silleta era vista como un medio de transporte para campesinos e indígenas que subían las montañas de Antioquia cargando silletas de madera en sus espaldas, las cuales iban cargadas de alimentos y a veces de personas. Posteriormente, a partir del 1 de mayo de 1957, la silleta se convirtió en un símbolo de resistencia y tradición. Un grupo de campesinos decidió transformar esta tradición en un acto de orgullo y celebración, adornando las silletas con flores y marchando orgullosos desde la finca Santa Elena (Santa Elena es la cuna de estos héroes), donde se fabrican las silletas, hasta el corazón de Medellín, dando lugar al recorrido del primer desfile de silleteros. 

Medellín, la ciudad adornada de flores

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La primera versión de la Fiesta de las Flores de la cual se tiene noticia se remite a mayo de 1912. En esta época se realizaban en la cuidad torneos poéticos sobre la Virgen y sobre la primavera, y en hogares, colegios e iglesias se elaboraban altares, profusamente adornados con flores, todo culminaba con un fastuoso baile de gala en el deslumbrante Salón Dorado del Club Unión, situado en la simbólica carrera Junín, donde se coronaba a la «Señorita Orquídea». En mayo de 1957 tuvo lugar una primera exhibición de silletas con flores en el Parque de Bolívar, como un número más de la Fiesta de las Flores de ese año, cuyos festejos se hallaban en el máximo punto de animación cuando ocurrió la caída del régimen militar reinante (el famoso 10 de mayo), situación que obligó a suspenderlos. 3 años después se reanudaron con la denominación de Fiesta de la Libertad y de las Flores, en ésta se efectuó la segunda aparición de los silleteros, como uno de los espectáculos destacados.

Para 1964 se llamó Feria de las Flores y de los Textiles. Incluyó un reinado de belleza y el gran concurso floral, además, una exhibición del potencial industrial y comercial de la ciudad. Desde ese año, la Feria de las Flores fue trasladada para el mes de agosto, haciéndola coincidir con la celebración de la Independencia de Antioquia.  

Hoy, este desfile es un homenaje a aquellos primeros pasos en la historia de Colombia, celebrando su tierra.

«Las tradiciones de los pueblos forman un torrente vital que fluye como un río de acontecimientos, desde donde éstos, los pueblos construyen sus propios imaginarios y los asumen como soporte de su identidad. El compromiso de las comunidades con sus tradiciones va prodigando, con el transcurrir del tiempo, una abundante manantial de saberes, de rituales, de estrategias de supervivencia material e inmaterial, que se superponen unas a otras y moldean así esa riqueza social que la memoria colectiva preserva. La fiesta se inscribe en ese torrente, y su vertiginoso pasar no es obstáculo para que los pueblos puedan mirarse en el espejo de sus hechos. Las conmemoraciones y los aniversarios son esa pausa necesaria, mediante la cual afianzamos el compromiso con lo que celebramos, para seguir conformando el maravilloso tejido de nuestra cultura, abrevadero común en el diálogo entre las generaciones» («La Fiesta de las Flores y el Desfile de Silleteros» (2019)).

La próxima Fiesta de las Flores, la edición de 2025, tendrá lugar del 1 al 10 de agosto de 2025.

Glosario

[1]. Persona nacida en Antioquia; [2]. Cultivo de plantas ornamentales, hortalizas y frutas; [3]. Portador de la silla de manos; [4]. Asiento, silla, sillón...

Melanie Amadei

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