Escrito por BARRAU Clara y MICHEL Morgane

En la actualidad, América Latina es una de las regiones más afectadas por el Covid-19 con el Caribe. En efecto, la región de América Latina y del Caribe representa el 20% de los casos a nivel mundial y el 30% de los fallecidos en el mundo según el informe del PNUD (el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) de enero 2021. Estas cifras parecen desproporcionadas si se toma en cuenta que los países de esta región representan menos del 9% de la población mundial. A continuación, nos interesaremos por Argentina y Brasil, especialmente para ver cómo la pandemia ha exacerbado algunas dificultades preexistentes, particularmente la inestabilidad política preeminente. Estos dos países fuertemente afectados por la pandemia son países políticamente inestables, lo que genera cierto enfado entre la población civil, haciéndonos pensar en la necesidad de replantearse la gobernanza. De esta manera, esta pandemia puede ser una oportunidad para un cambio radical en los sistemas políticos de estos países.

El Covid-19, ¿un motor de cambio para la gobernabilidad en Argentina y Brasil?

I. Argentina, las consecuencias de una política monetaria inestable y una política económica de austeridad

Argentina es un país complejo, sujeto a muchas presiones, especialmente monetarias. En primer lugar, Argentina tiene una moneda extremadamente frágil (el peso argentino), lo cual asusta a muchos inversores, como lo demuestra la acumulación de crisis financieras en ese país. La desaceleración económica, que comenzó mucho antes de la pandemia debido a la inestabilidad de la política monetaria, es por lo tanto inevitable, como lo muestra la tasa de inflación que ronda el 40% en 2020 según el Banco Mundial, lo que ha llevado a la implementación de una política de austeridad. En 2018, este fenómeno se tradujo en un recorte presupuestario en las universidades, lo que provocó numerosas manifestaciones de estudiantes que se sentían abandonados por el gobierno. En segundo lugar, en 2019 la tasa de desempleo en Argentina alcanzó un 9,8%, cifra que aumentó al 10,9% en 2020, según Knoema, un atlas mundial de datos. El Gobierno de Argentina se ha esforzado por hacer frente a los altos niveles de pobreza y desempleo, sin ningún éxito real. En efecto, mientras Argentina seguía asfixiada por la deuda, el gobierno intentaba aliviar a los 10 millones de pobres del país con vales de comida, control de precios, mercados populares. Sin embargo, el acceso a necesidades básicas como la electricidad o el agua no siempre está garantizado, lo que demuestra una deficiencia en la gestión de los recursos por parte del propio Estado. Por último, existen muchas tensiones, por un lado, entre el gobierno y los distintos sindicatos sobre determinadas reformas y, por otro, entre las autoridades centrales y las descentralizadas, sobre todo en lo que respecta al reparto de impuestos. Para concluir, todos estos fenómenos se han visto amplificados por la crisis sanitaria, especialmente las desigualdades sociales. Todo esto crea cierta desconfianza para con el gobierno y el enfado de muchos ciudadanos, como demuestran manifestaciones tal como #17ASalimosTodos en 2020.

El Covid-19, ¿un motor de cambio para la gobernabilidad en Argentina y Brasil?

II. Brasil, la necesidad de mayores esfuerzos para estabilizar la economía del país

Brasil es el país más grande de América Latina, representa casi el 47% del territorio sudamericano. Es el quinto país más poblado del mundo con 210 millones de habitantes. Brasil tiene la mayor economía de América del Sur, y la sexta mayor dentro del PIB mundial. Sin embargo, a pesar de eso y de su industrialización todavía reciente, Brasil es considerado como uno de los países más desiguales del mundo. Según el Banco Mundial y su reporte de 2018, el 10% más rico de su población recibió el 54% de la renta nacional, una cifra que ya no ha evolucionado desde 2001 (según la World Wealth and Income Database WWID). Además, el país lusófono registra cerca de 9.9 millones de casos de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, y aproximadamente 240.000 muertes, cifras que hacen del gigante sudamericano el segundo país más afectado en el mundo. Parece que el gobierno debería tomar medidas más restrictivas para contener el virus, y para mejorar la situación de sus habitantes. Las desigualdades que ya existían en el país están aumentando a causa de la crisis. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Brasil perdió casi el 15% de sus horas de trabajo global, y la cifra de desocupación laboral alcanzó el 12.9% entre marzo y mayo de 2020, la cifra más alta del país desde hace dos años. Además, todos los esfuerzos hechos para equilibrar el déficit en las cuentas públicas se destruyeron, y el déficit fiscal del país volvió a su nivel de antes de la política de ajuste. Brasil no sólo debe proteger a su población del Covid-19, sino también asegurar que todos puedan sobrevivir a la crisis económica que llegará después

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III. Las oportunidades de cambio que la pandemia representa para estos países

Parece muy importante que los gobiernos de América Latina restablezcan la confianza de sus poblaciones, y eso solo se puede hacer tras nuevos mecanismos de transparencia de las decisiones y una mejor rendición de cuentas. Según el reporte de la PNUD (el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) que fue publicado en enero de 2021, un gobierno abierto, con mecanismos de participación y de democracia deliberativa permitiría una gobernanza más eficaz, y este será el principal desafío de Argentina y Brasil en los próximos meses.

BARRAU Clara y MICHEL Morgane, estudiantes de tercer año en Sciences Po Grenoble

BARRAU Clara y MICHEL Morgane, estudiantes de tercer año en Sciences Po Grenoble

Bajo la dirección de BERRAKAMA Sonia, profesora de español en Sciences PO Grenoble, y de BOHL Virginie, responsable de gestión de catástrofes naturales en las Naciones Unidas