ADN © Sangharsh Lokahare
En Argentina en 1976, solamente tres años tras el fin de la primera dictadura (1966-1973), el general Videla tomó el poder con un golpe de estado. Cuatro juntas militares se sucedieron hasta 1983, todas cometieron numerosos crímenes contra la humanidad.
Treinta mil argentinos considerados como «enemigos del estado» fueron acosados, matados y finalmente desaparecieron sin que los amigos cercanos ni las familias supieran lo que había pasado. Centenas de mujeres embarazadas fueron capturadas y forzadas a dar a luz antes de ser matadas. Los bebés eran ya considerados como «trofeo de guerra» y todo un sistema de creación de una nueva identidad fue implementado. Los niños tenían que vivir con padres adoptivos, cómplices del estado dictatorial.
La desaparición de los niños generó la creación del movimiento «Abuelas de la plaza de Mayo» por las madres de los desaparecidos, así posibles abuelas de los bebés robados. Se reunieron en la Plaza de Mayo cada Jueves desde aquella época para pedir justicia y verdad por sus hijos y nietos.
Desde entonces, el ADN ha permitido esclarecer los crímenes de guerra y reunir a las familias separadas por la tragedia de la dictadura.

Madres y hijos desaparecidos © Dani Guitarra
¿Cómo funciona el ADN?
El ADN o ácido desoxirribonucleico es una macromolécula presente en todas las células del cuerpo humano. Descubierta en 1953 por Crick y Watson, permite reconocer la genética de lo vivo, así como de los seres humanos. El ADN contiene la información genética del individuo llamado genoma compuesto de 23 pares de cromosomas. Durante la creación de un ser humano, sus padres le dan un cromosoma de cada par, lo que crea una base de datos del individuo y permite encontrar sus orígenes.
A partir de una muestra de sangre, el ADN permite saber con una seguridad del 99.9 % si existe una relación genética entre los individuos.

El ADN es una especie de huella dactilar humana © Meg Jenson
Un sistema único en el mundo
Desde los años ochenta, las abuelas han luchado por la creación de un banco de datos genéticas nacional. Después del fin de la dictadura y la vuelta a la democracia, el gobierno de Raúl Alfonsín – presidente de la transición democrática – creó una ley que permitió la creación del banco de datos.
Desde 1989, en Argentina, cada persona que posiblemente haya sido robada cuando era un bebé, así como los abuelos que perdieron a un cercano pueden gratuitamente y libremente registrar su identidad genética en el banco genético nacional, para que se puedan comparar todos los datos genéticos del banco entre sí.
Desde 1989, miles de personas han transmitido sus huellas genéticas al banco. Los resultados se dan gracias al índice de paternidad que establece con seguridad una relación genética hasta el segundo grado.
Los historiadores estiman a 500 el número de bebés robados y, hasta el momento, solo 132 personas han sido encontrados de nuevo. De hecho, el último fue encontrado gracias a ese sistema a finales de diciembre de 2022. Así, el ADN ha permitido aclarar misterios familiares, y conectar a nietos con sus abuelos biológicos.

Familias que esperan el regreso de sus hijos y nietos © Flavia Gava
Bebés que todavía ignoran su identidad
A pesar de las campañas populares de las abuelas y de una tecnología ADN eficaz, muchos niños no se han identificado todavía. Los robos de niños fueron considerados en julio de 2022 como crímenes contra la humanidad durante el juicio de Campo de Mayo en el cual 10 ex policías y militares fueron reconocidos culpables.
La lucha de las abuelas por la verdad y la justicia continúa.

Maëliss DEMETZ y Kim-Léo BUTTIN
Estudiantes de Sciences Po Grenoble
Bajo la dirección de Sonia Berrakama
Excelente difusión de las técnicas con que un grupo de investigadores ayudaron a recuperar la identidad de 131 niños con sus avances científicos. Hoy en día se aplica esta metodología a otros tipo de crímenes atroces que se cometen en nuestro país y, supongo, en el mundo.
El número de desaparecidos de 30.000 no es un dato sino una convención a fin de poder considerar los crímenes de la última dictadura como “genocidio”.
Los datos constatados son de un número de alrededor de 10000.
Esto también debería tener rigor científico porque si bien una dictadura como la que tuvimos que vivir aún aquellos que no tomamos las armas ni matamos a nadie no tendría que matar sin juicio ni torturar a uno solo las distorsiones históricas en nuestro país no permiten lograr que podamos avanzar en nuestro destino común.
La historia colectiva tiene que respetar los hechos de los cuales se tienen datos fehacientes. Luego la interpretación de los mismos se asienta sobre esa estadística lo que permite revisar los casos uno. por uno.
el gobierno del General Perón creó la triple A (Alianza anticomunista Argentina) que también torturaba y desaparecía personas . De modo que les pido que si quieren formar un Café Latino se interioricen de las políticas de los últimos 50 años en Argentina porque son temas muy delicados para repetir sin investigar.
Como ciudadana se los agradezco.