© Astrid Gayrel y Marie-Pauline Cesari

En México, pueblos y regiones tienen sus propias tradiciones, usos y costumbres. Sin embargo, una tradición es compartida por todos: la celebración del Día de los Muertos que se festeja los dos primeros días de noviembre para honrar a los difuntos.

La celebración del Día de los Muertos es una vieja tradición ancestral. Para encontrar sus orígenes hay que remontarse a antes de la llegada de los españoles al continente americano.

Ya había señas de los rituales de esta fiesta en la época de civilizaciones precolombinas. Esta tradición se originó en la práctica y en las creencias de estos pueblos mexicanos que estaban acostumbrados a conservar los cráneos, símbolo de la muerte y del renacimiento, y a mostrarlos durante los rituales. Algunos, como los aztecas, dedicaban un día de fiesta a los niños (Miccaihuitontli), y otro a los adultos (Hueymiccalhuitl).
Así, esta fiesta que celebra la vida de los antepasados existe desde hace más de 3000 años. Sin embargo, ha evolucionado con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XV.

El Día de los Muertos en México, fiesta ancestral de las comunidades precolombinas.

© Astrid Gayrel y Marie-Pauline Cesari

Hoy, el Día de los Muertos en México es una gran oportunidad para reunirse con familiares y amigos, es una fiesta nacional llena de colores y tradiciones. Las familias colocan altares en el suelo o sobre una mesa en sus casas, en espacios privados o públicos, en memoria del difunto. El altar se cubre con un mantel o papel de color, decorado en la parte frontal y en los laterales, y con papeles picados, que representan calaveras o siluetas de esqueletos. Estos altares suelen estar decorados con una foto del difunto y objetos que le pertenecían.

Aunque es nacional, y siempre colorida y festiva, esta tradición difiere de una región a otra.

Diferentes maneras de celebrar

El Estado de Michoacán se destaca por las celebraciones que se realizan en la ciudad de Pátzcuaro. Allí, el Día de los muertos se celebra con la mayor cantidad de rituales solemnes. El festival Mictlán en Xalapa es otro muy famoso. Dura cinco días y hay numerosos espectáculos de músicos. La iluminación de la fiesta de la Luz y de la Vida en Chignahuapan, Puebla, también es típica de la región. Finalmente, la representación del Día de los Muertos tiene lugar, por supuesto, en la Ciudad de México. Un inmenso desfile cobra vida gracias a numerosas esculturas gigantes y, en los días previos al festival, la ciudad propone a sus artistas la creación de un cementerio temporal.

Esta fiesta no solo ha evolucionado con la sociedad mexicana sino también se ha exportado por todo el mundo. Esta costumbre ha padecido diferentes cambios. Con la llegada de los conquistadores cambió la fecha del mes de agosto al mes de noviembre. Eso permitió coincidir con las festividades católicas del Día de todos los Santos y todas las Almas. Además, los intercambios culturales con Estados Unidos debido a su proximidad geográfica explican la influencia de Halloween en las tradiciones mexicanas. Así se pueden encontrar en las calles niños vestidos de Drácula y momias que sostienen calabazas. ” Según la tradición no se dice “trick or treat”, sino “calaveras”, para obtener dulces o monedas. Asimismo, una nueva costumbre ha aparecido con el estreno de Spectrum, James Bond de Sam Mendes en 2015: el desfile de los muertos del principio de la película.

El Día de los Muertos en México, fiesta ancestral de las comunidades precolombinas.

© Astrid Gayrel y Marie-Pauline Cesari

Finalmente, gracias a la UNESCO, el Día de los Muertos se ha reconocido en el mundo. En 2008 esta fiesta fue inscrita en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos y otros países igualmente participan de la expansión de esta fiesta colorida, hoy celebrada en casi todo el mundo.

Astrid Gayrel y Marie-Pauline Cesari

Astrid Gayrel y Marie-Pauline Cesari

Estudiantes de Science Po Grenoble