SE CONOCE LA GENERACIÓN Y, PERO ¿QUÉ SE SABE DE LA Z?
Haciéndome esta pregunta tomé la decisión de realizar un retrato de este grupo de personas nacidas a partir de 1995. Para ello, lo más natural fue apoyarme en mis dos actividades profesionales: consultoría en innovación y fotografía.
Durante seis años, me he dado a la tarea de transmitir a diversas organizaciones el “Design Thinking”, (es una metodología que permite transformar las ideas y los proyectos en acciones reales y prototipos tangibles), una metodología abierta, multidisciplinaria, no lineal y sobretodo enfocada en el ser humano. Los 5 pasos : comprender, definir, crear (en este caso a través de la fotografía y de la escritura), prototipar y experimentar.
Me inspiré principalmente en las herramientas y el modo operatorio de los etnólogos para comprender un grupo de individuos en función de su comportamiento y su interacción con el mundo que les rodea.
Como parte de este proyecto, he optado por incluir un número equivalente de jóvenes de sexo femenino y masculino, entre 14 y 20 años, con domicilio en París, en suburbios de la región parisina y Normandía, a partir de categorías socio-profesionales variadas, con 10% de jóvenes “extremos” y 90% en la norma. El reclutamiento lo efectué en parte a través de mi red de contactos, pero también por medio de Internet y de las redes sociales, y en la calle con encuentros casuales.
Esta fue sin duda la etapa más complicada debido a que la noción de tiempo es muy relativa para esta generación. Fijar una cita con un joven es una verdadera hazaña. Ellos no quieren comprometerse al mediano o al largo plazo, ya que no desean cerrar las puertas a otras actividades. Una cita no garantiza un encuentro, ya que pueden cancelar en el último minuto o simplemente olvidarse … ¿Su respuesta preferida? “Este proyecto me interesa. Lo contacto pronto.”. Una manera educada de decir. Nunca sucederá.
En consecuencia, para encontrar 28 jóvenes, he tenido que reclutar alrededor de 50.
Para preparar mis entrevistas, he elaborado un cuestionario de sesenta preguntas que permitan obtener una visión amplia de la vida de estos jóvenes : el amor, la amistad, la tecnología, el medio ambiente, la educación, la política, la religión, etc.
Durante más de cinco meses, llevé a cabo 28 entrevistas, que podían durar de una a tres horas, en función de la calidad de los intercambios. La gran mayoría de ellas fueron “cara a cara”, con la excepción de dos entrevistas grupales y dos entrevistas telefónicas. La mayor parte de estos intercambios se llevó a cabo en lugares públicos, pero en ciertos casos le pregunté a algunos jóvenes, que me permitieran realizar la entrevista en su lugar de residencia y en presencia de sus padres.
Al final de cada reunión, hice un retrato que permitiera ilustrar el estilo de vida de cada joven.
Una parte del análisis se realiza a partir de la observación. El lenguaje físico, no verbal, aporta una dimensión esencial al proyecto. Como fotógrafo, le doy una gran importancia a los gestos, los objetos, el estilo, el lugar de vida, etc.
Después de las primeras 25 entrevistas pude llevar a cabo un primer nivel de análisis que me permitió identificar alrededor de 23 características compartidas por los jóvenes de la Generación Z. Se trata de hipótesis personales definidas a partir del material recolectado. Sin embargo, era necesario evaluar la veracidad de estas últimas con ciertos jóvenes. La pregunta era simple: “¿En cuál de estas hipótesis te reconoces?” El Design Thinking promueve los intercambios regulares con los individuos estudiados, este trabajo permite afinar los resultados a medida que el proyecto avanza.
Tras algunas iteraciones, pasé no solamente de 23 a 12 características comunes de los jóvenes de la Generación Z, sino que también tuve la oportunidad de reformular algunas de ellas. Este ejercicio no reviste sólo un carácter sociológico, sino que ofrece un punto de partida para la comprensión de una generación que representa aproximadamente una cuarta parte de la población francesa, y de los cuales una gran parte llegará próximamente al mercado laboral.
Estas son las 12 características que obtuve de La Generación Z :
No trabajará nunca más como las anteriores
La búsqueda de sentido, de placer y de libertad triunfa sobre el éxito profesional, la remuneración, el estatus. Ellos aspiran a realizarse a través de su trabajo y por lo tanto privilegian las actividades relacionadas con sus pasiones, las pequeñas estructuras poco jerárquicas y el trabajo independiente. El cambio no les asusta… ¡ya que nacieron en él!
Prefiere la imagen al texto
Para comunicar, aprender o entretenerse, los jóvenes Z prefieren contenidos visuales (vídeos, fotos, dibujos, animaciones, íconos, etc.) y utilizan principalmente dispositivos móviles conectados, que consideran más ergonómicos, flexibles y accesibles. Esto se demuestra con el entusiasmo suscitado por YouTube, Periscope, Instagram, Snapchat o los videojuegos.
Mezcla el mundo real con el virtual
Las nuevas tecnologías se han convertido en extensiones corporales y cerebrales para los jóvenes de esta generación. Les permiten vivir de manera simultánea en diferentes espacios físicos y temporales. Para ellos, no hay una frontera visible entre el mundo físico y el mundo virtual, pasan de uno a otro sin dificultad.
Es prudente y realista
Los jóvenes que tuve la oportunidad de entrevistar son tranquilos, medidos, y algunas veces hasta parecen ausentes. El contexto inestable en el que crecieron (económico, político y ambiental), ha modelado sin duda alguna una generación de personas más prudente y realista que idealista. Este realismo es también el resultado de un acceso permanente a una información bruta, sin filtro y en tiempo real.
Está decepcionada con la clase política
Los jóvenes entrevistados desean ejercer su derecho al voto, pero estiman no tener verdaderas alternativas; están poco interesados en los movimientos sociales, se dicen sin embargo listos para salir a las calles en caso de sentir amenazados sus derechos fundamentales, creen en el poder de convocatoria de las nuevas tecnologías y en la fuerza de las iniciativas positivas a pequeña escala.
Es individualista
En su búsqueda de libertad y de independencia, los jóvenes se mueven en función de sus pasiones e intereses personales. La mayoría pertenece a varias comunidades en línea y se obsesiona por las redes sociales, pero los vínculos que establecen son precarios y efímeros. Para los jóvenes Z, el interés común pasa a un segundo plano.
No se siente preocupada por el asunto climático
Todos han oído hablar del cambio climático, son conscientes de la urgencia de un cambio general de comportamiento. Sin embargo, la mayoría decide ignorar dicha problemática en el cotidiano. Para ellos, son el gobierno y las empresas quienes deben asegurar esta transición y consideran que es necesario crear un marco jurídico más estricto, que obligue a la acción.
Vive en la incertidumbre pero sigue siendo positiva
La incertidumbre y la precariedad del mundo en el que viven no parecen afectar el estado anímico y el positivismo de los jóvenes. Sería fácil pensar en una generación ansiosa y replegada en sí misma, pero sucede todo lo contrario. La mayoría piensa que su vida será mejor que la de sus padres y la de sus hijos mejor que la suya.
No cree en la pareja tradicional
La representación tradicional de la familia, heterosexual, con un núcleo compuesto de padre, madre e hijos viviendo bajo un mismo techo, no ha sobrevivido a esta generación. De la misma forma que el modelo del matrimonio, que ellos consideran demasiado rígido y frágil. La unión libre o la pareja de hecho son sin lugar a duda, alternativas mucho más viables.
Está atrapada en el presente inmediato
Condicionados por Internet y por las nuevas tecnologías, los jóvenes buscan siempre una satisfacción instantánea y son muchos los que caen en la trampa de la facilidad y de la dispersión. La mayoría tiene dificultades para trabajar en actividades a largo plazo que requieren esfuerzos de concentración, de análisis y de pensamiento crítico.
Es conservadora, pero tolerante
Su estilo de vida es sorprendentemente conservador. Durante mi investigación, intenté encontrar comportamientos extremos, pero no encontré ninguno. Todo parece indicar que esta generación ha desarrollado una capacidad de autorregulación para compensar el exceso de libertad que le ofrece la sociedad contemporánea. Sin embargo, los jóvenes se consideran afortunados de vivir en un contexto de diversidad y de libertad y no buscan refugiarse detrás de una identidad específica.
Ubica la religión en un segundo plano
La religión no es un tema central en la vida de los jóvenes de la generación Z. Ellos manifiestan su asombro por la obsesión de los medios de comunicación y de los responsables políticos por este tema. Los jóvenes estiman que en Francia, cada quien puede practicar su fe y su religión libremente. Así es que, ¿Cómo explicar que este tema ocupe constantemente un lugar preponderante en el debate público?
Mauricio Álvarez Lopera
Texto y fotografías
