© Volodymyr Hryshchenko

Visión global

Durante los últimos meses, y desde siempre, el derecho de las mujeres a disponer libremente de su cuerpo ha estado en tela de juicio. Para las mujeres, el acceso a métodos anticonceptivos y a la IVE son elementos esenciales del control de su maternidad potencial, de su destino y de su cuerpo. En Colombia, cada año 400 mujeres son sentenciadas por haber abortado clandestinamente.

Por estas razones, el aborto es uno de los objetos centrales de las luchas feministas en el mundo, además de ser un derecho difícil de conseguir y que siempre puede ser amenazado. De hecho, la actualidad estadounidense sobre el derecho al aborto ilustra que los derechos de las mujeres son frágiles y fruto de muchas controversias, como lo vemos con la decisión de la Corte Suprema de revocar el caso de Roe contra Wade. Las mismas dinámicas de vulneración de este derecho están presentes en algunos países de Europa, como Polonia, que ha regulado en 2020 el acceso al aborto sólo en caso de violación o riesgo para la mujer.

Por otro lado, ciertos países ilustran avances significativos legalizando el aborto al cabo de luchas sociales muy vivas. En este contexto complejo, América Latina ha sido desde hace varios años el teatro de movimientos sociales para la legalización de la IVE, sin condiciones. En esta región con una gran riqueza y diversidad cultural se desarrolló una dinámica global de activismo para conseguir este derecho. Este artículo se interesará por la situación en Colombia, que despenalizó muy recientemente el aborto para todas las mujeres.

Hacia la despenalización del aborto en Colombia

© Tingey Injury Law Firm 

2022 : año de la legalización del aborto en Colombia

El 21 de febrero de 2022, se aprobó por decisión de la Corte Constitucional colombiana la despenalización del aborto, que permite a todas las mujeres que interrumpan su embarazo hasta 24 semanas de gestación. Ese avance histórico fue posible tras una movilización de muchas organizaciones y asociaciones colombianas que exigían ya en 2020 el libre acceso al aborto en el país, que se criminalizaba hasta ese momento. Esos movimientos fueron materializados por «los pañuelos verdes», símbolo de la lucha por el aborto libre por toda Latinoamérica desde 2005, que fueron usados al principio en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito en Argentina.

En 2006, el aborto en Colombia se permitía únicamente en tres situaciones: en caso de violación, de malformación del feto o si el embarazo representaba un riesgo para la salud física o mental de la madre. El aborto se penalizaba en las demás situaciones hasta cuatros años y medio de cárcel. Si consideramos que los abortos clandestinos representaban la cuarta causa de muerte materna en el país, la legalización de la IVE sin condiciones representó un logro sin precedente en materia de salud, de igualdad y de justicia social. Sin embargo, después de 24 semanas de embarazo, la IVE queda accesible únicamente en caso de violación, malformación del feto o riesgo para la salud de la madre.

Con esta decisión que autoriza el aborto hasta 24 semanas, un largo periodo, Colombia se convierte en uno de los países más permisivos de América Latina en cuanto a la sexualidad y los derechos sociales de las mujeres.

Hacia la despenalización del aborto en Colombia

© Junior Reis

Retrato de activistas colombianas

Muchísimas mujeres, de todas generaciones, se movilizaron para que sus madres, hijas, hermanas y amigas pudieran ser madres solo cuando lo desearan. Protestaron para romper con la hipocresía de un país donde las mujeres ricas acudían a clínicas privadas para abortar, cuando las mujeres más pobres abortaban en condiciones muy precarias ; a pesar de esas desigualdades, abortaron todas según Amnistía Internacional.

Más de 45 organizaciones sociales de derechos humanos se comprometieron en esa lucha. Por ejemplo, el movimiento Causa Justa, creado en 2017, se movilizó para la eliminación del delito del aborto y para que todas las mujeres pudieran disponer de su cuerpo de manera informada y libre. Los métodos de lucha de este colectivo son muy diversos. Esta asociación organiza, entre otras cosas, manifestaciones, campañas digitales, programas pedagógicos, acciones legislativas y conferencias universitarias. Llevando a cabo acciones en todas las esferas de la sociedad, Causa Justa sigue trabajando para eliminar el estigma asociado a las mujeres que abortan.

Ahora, la lucha sigue y las asociaciones feministas piden al Estado un mayor acceso a la información para las mujeres en todo el país y la formación del personal de salud, para que los médicos ya no puedan rechazar de practicar un aborto.

Elisa Jay y Anaëlle Soulat

Elisa Jay y Anaëlle Soulat

Estudiantes de Sciences Po Grenoble

Bajo la dirección de Sonia Berrakama