F.Dumond tomando una «chiva» (minibus típico de Colombia)
Para la segunda etapa de una residencia de larga duración iniciada el año pasado, el artista y poeta Frédéric Dumond, incansable explorador de las lenguas, vino a trabajar durante un mes en Antioquia, invitado por la Alianza Francesa de Medellín.
Su residencia se centró en varios ámbitos. En primer lugar, trabajó en la producción de archivos sensibles de vídeo y sonido de lenguas nativas colombianas, como el êbêra Chamí o el Wayuunaaki. Para ello, Frédéric también tuvo que aprender estas lenguas. Además, Frédéric Dumond aprovechó su presencia para continuar su trabajo de traducción de «Abɨna ñue onóiyeza – Territoirecorps», poesía y filosofía de los Murui Muina, una comunidad que vive en la Amazonia, un texto de Selnich Vivas Hurtado, a quien conoció el año pasado durante su primera misión de localización.
Planta medicinal de la región (Solanum Myriacanthum)
© F. Dumond
Para su descubrimiento e inmersión en la lengua y cultura ẽberã Chamí, Frédéric Dumond contó con el inestimable apoyo de Lida Constanza Yagarí González, Doctora en lengua y cultura ẽberã Chamí de la Universidad de Antioquia (Udea) de Medellín. Gracias a ella, pudo ir a la comunidad de Karmatarua, situada entre Andés y Jardín, a unas tres horas y media al sur de Medellín.
Para Frédéric, esta visita fue: «Un primer acercamiento, para que los miembros de la comunidad lo conocieran y empezara a filmar las plantas, las parcelas, los insectos, el viento, las montañas, etc.» Allí: «Todo es de una gran belleza, aunque la historia de la lucha por la tierra en esta comunidad sea oscura y larga», como le dijo Rosa Emilia Yagarí Carupia, una anciana de Karmatarua.
F.Dumond y Lida Yagarí © F.Dumond
Tras esta primera y breve estancia, se propuso grabar los comentarios de Lida Yagarí en la lengua êbêra Chamí, para que la lengua y el conocimiento resonaran con las imágenes que filmaba: «Estos veinte minutos de película son lo que espero que sea el primer paso de un archivo en ciernes.» Como siempre que emprende un trabajo de este tipo; Frédéric Dumond también ha entregado a la comunidad la totalidad de lo que ha producido.
Este tiempo pasado en Karmatarua siguió con un curso de lengua êbêra Chamí de un mes en la Universidad de Antioquia, una universidad que desde hace varios años enseña cuatro lenguas nativas: kriol, wayuunaaki, mɨnɨka y êbêra Chamí en su departamento de lenguas.
Muchas de estas clases se dictan al aire libre, como las de mɨnɨka, en conexión directa con los elementos. Clases donde se aprende vocabulario a través de la repetición y juegos, y también con canciones y charlas sobre la cultura ẽberã Chamí. Es: «Una forma de experimentar la lengua con el cuerpo y, por tanto, de aprender.»
Kipará, dibujos rituales y modos de representación del mundo ẽberã chamí, durante un curso a la Udea © F. Dumond
Todo este trabajo debe desembocar en la creación de una pieza con los elementos grabados, que se realizará exclusivamente con el acuerdo de la comunidad. El objetivo es construir una instalación textual, de vídeo y sonido, en la que se perciba algo de un mundo, en este caso el mundo êbêra chamí. Para Frédéric Dumond, se trata de: «Un mundo muy complejo, muy rico, como todos los mundos amerindios cuando no han estado demasiado tiempo en contacto con las potencias colonizadoras.»
Su enfoque no es ni antropológico, ni etnográfico, ni lingüístico. Es ante todo: «Un deseo de transmitir una experiencia, no un punto de vista.» Esto implica naturalmente el lenguaje, porque la lengua está en el centro de la relación de todo ser humano con el mundo: aprender la lengua y hacerla oír.
Inscripciones en êbêra chamí en Karmatarua © F. Dumond
Aquí, en Karmatarua: «El significado resuena de un modo especial, igual que resuenan las luchas por la tierra. La lengua es una de las claves para empezar a entender un territorio y a quienes lo habitan.»
En un país como Colombia, que aún cuenta con 68 lenguas vivas, la propuesta de Frédéric Dumond de reposicionar la riqueza y diversidad de las lenguas como herramienta para leer y comprender a las personas que hacen vivir todos estos lugares es tan ambiciosa como esencial.
Yann Lapoire
Director de la Alianza Francesa de Medellín