En un contexto global caracterizado por la urgencia medioambiental y en donde la paz es activamente buscada y deseada con anhelo, el arte puede ser un poderoso medio de expresión y acción, así como una herramienta para ayudar a los ciudadanos a reclamar el espacio público.
El pasado mes de noviembre, en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más poblada de Bolivia, en plena convulsión demográfica, se dio un encuentro artístico transatlántico entre Bolivia, Francia y Alemania. La Alianza Francesa y el Goethe Zentrum, quienes colaboran desde hace 20 años en el Centro Cultural Franco-Alemán, asumieron el reto de transformar el centro histórico en una galería urbana democrática.
El proyecto «Muralismo y graffiti: la voz de la juventud boliviana» surgió como respuesta al alarmante deterioro del centro histórico de Santa Cruz y a la necesidad de crear espacios de expresión artística para los jóvenes.
La Alianza Francesa y el Goethe Zentrum reunieron a seis jóvenes artistas bolivianos (Matsuki, Elias Arcani, Angysaku, Michael Flores, Jhoanna Mayta, Ismael Arcani), un artista francés (Cart’1) y un artista alemán (Case Maclaim) para debatir y conversar sobre la urgencia de la crisis medioambiental y la preservación de la paz, eligiendo como medio artístico el muralismo y el graffiti, métodos que ya han demostrado su eficacia como motores de regeneración urbana.
Las obras colaborativas consisten en 5 murales de gran formato, creados en el espacio público, las cuales han ido más allá de su aspecto estético para convertirse en narraciones visuales ricas en simbolismo, que ilustran temas como la unión y la armonía entre el hombre y la naturaleza. Estas creaciones artísticas han cobrado vida gracias a la participación activa y el diálogo con transeúntes, residentes locales, socios públicos y privados que han participado en el proyecto (las Embajadas de Francia y Alemania, la municipalidad y empresas privadas). Se realizaron intervenciones artísticas en la fachada de un instituto público, en un centro de acogida para niños de la calle, en un orfanato y en el Centro Cultural Franco-Alemán, rememorando así el papel vital que desempeñan los jóvenes para la construcción de un mundo mejor. Asimismo, el proyecto tenía una dimensión educativa, con talleres dirigidos por los artistas participantes.
En el contexto de la crisis climática mundial, agravada en Santa Cruz de la Sierra por los incendios forestales que tristemente propiciaron que esta región sea considerada una de las ciudades más contaminadas del mundo el pasado mes de noviembre, estas obras públicas han amplificado la voz de la ecología y de la preservación de la paz, las cuales portan un poder de convocatoria que insiste en la necesidad de una acción conjunta e individual para preservar la paz y el medio ambiente.
La voz de la juventud boliviana, el diálogo artístico entre América del Sur y Europa, el reconocimiento institucional del arte de la calle, el desarrollo urbano a través de las artes y la cooperación entre un amplio abanico de actores movilizados en torno a un proyecto artístico común de interés general fueron las líneas de base que guiaron la acción llevada a cabo por la Alianza Francesa y el Goethe, que contó con el apoyo de Francia y Alemania gracias a los Fondos Culturales Franco-Alemanes del Institut Français.
Más allá del evento en sí, esta iniciativa marcó un giro colectivo hacia la creatividad y la promoción de la diversidad cultural, y permitió, en una escala modesta, la expresión artística y pública de la necesidad de un cambio social.
Massimo GROPPI, Pauline FERNANDEZ, Alianza Francesa de Santa Cruz de la Sierra
Fotos: Mario ARAYA
Traducción: Maria Luisa ESPINOZA