© Sebastião Salgado

Escrito por Capucine BOUTTE

Para mostrar el papel esencial de la selva amazónica en el equilibrio planetario, Sebastião Salgado sobrevoló este inmenso territorio, revelando entre cielo y tierra un paisaje repleto de vida. Pero durante sus numerosos viajes por encima de la Amazonía, también fue testigo de gigantescos incendios provocados por el Hombre, heridas abiertas en la selva, que no paran de hacerse más grandes

Estado de Acre, Brasil, 2016

Es esta “herida abierta” la que Sebastião Salgado ha elegido mostrar por primera vez en el Espacio Frans Krajcberg, en una exposición intimista. Estas fotos inéditas están aquí para alertarnos y recordarnos que una herida a la que prestamos atención puede curarse. La inmensidad de la Amazonía, su fuerza, su vitalidad, le permitirán sobrevivir si tomamos consciencia de los peligros que amenazan a este sorprendente ecosistema, indispensable para nuestro equilibrio.

Estado de Acre, Brasil, 2016

Con esta voluntad de “denunciar” para empujarnos a actuar, Sebastião Salgado se une a Frans Krajcberg (1921-2017), al que conoció y con quien compartió la misma pasión por los árboles y el bosque brasileño. Su obra fotográfica y su compromiso se inscriben en la continuidad del trabajo artístico y militante de Frans Krajcberg, cuyas esculturas-totems, hechas de troncos quemados recogidos en el lugar de la deforestación, simbolizan según Sebastião Salgado “el tormento y la resurrección del bosque muerto”.

Estado de Maranhão, Brasil, 2016

Por un lado fotógrafo, formando con Lélia Wanick Salgado una pareja luminosa, comprometida con la vida y firmemente enfocada en la cicatrización y la reconstrucción. Por el otro Frans Krajcberg, un artista revolucionado, solitario, tirando su fuerza de su cólera. Comparten la misma herida, la misma preocupación por el futuro de la selva amazónica, “esencial para todo el planeta”. También comparten la misma esperanza, la de la reconstrucción, la resiliencia, el nacimiento de un mundo nuevo gracias a la reconexión del Hombre con la Naturaleza.

Capucine BOUTTE

Capucine BOUTTE