Sitio arqueológico de Caral Supe, Perú
En arqueología, durante mucho tiempo se pensó que las civilizaciones más antiguas del mundo se encontraban en Asia y África, mientras que las más jóvenes se hallaban en el continente americano. Sin embargo, un importante descubrimiento realizado en 1994 en la costa peruana ha cambiado radicalmente esta teoría: Caral, situada en el valle del río Supe, en el actual Perú, a 182 kilómetros de Lima, es reconocida ahora como la civilización más antigua de América.
Fue la arqueóloga peruana Ruth Shady quien realizó este excepcional descubrimiento. Según ella, Caral no era sólo una ciudad, sino el centro de una civilización bien estructurada que data de hace 5.000 años. En aquella época, cuando se construían las ciudades sumerias de Mesopotamia y las pirámides de Guiza, Caral también se desarrollaba en el valle de Supe. Su diseño planificado y su organización social demuestran que existía una jerarquía y una autoridad capaz de supervisar grandes proyectos. Como explica Ruth Shady: «Caral se diseñó con antelación, su construcción se planificó… Esto nos indica que existía una jerarquía social».
© Pretty Officer 3rd Class Daniel Barker – Anfiteatro de Caral
Caral no sólo era la capital, sino también el centro administrativo de un conjunto de 19 núcleos de población que formaban la civilización Caral Supe. Esta civilización precerámica, que apareció hacia el 2900 a.C., se basaba en el comercio. El algodón cultivado en la región se intercambiaba por marisco procedente de las aldeas costeras. Poco a poco, el comercio se extendió hasta el actual Ecuador y la selva andina, ya que las excavaciones arqueológicas han revelado diversos productos marinos y plantas procedentes de estas regiones.
La civilización Caral Supe basaba su organización en la religión, con sacerdotes a la cabeza de la sociedad. Utilizaban rituales, ceremonias y símbolos como el fuego y la música para mantener el orden social. Se han descubierto instrumentos musicales fabricados con huesos de animales, utilizados durante los rituales religiosos, así como estructuras dedicadas a preservar el fuego.
Además de su influencia religiosa, la civilización Caral Supe también era famosa por sus conocimientos científicos, sobre todo en agricultura, construcción de canales de riego y terrazas agrícolas, fabricación textil y medicina natural. La observación de los astros les permitía predecir las estaciones y las condiciones meteorológicas.
© Javier Fernandez – Pirámide de Caral
Las principales estructuras de la ciudad eran grandes edificios públicos piramidales y plazas donde se celebraban ceremonias religiosas. Los edificios, construidos en piedra y decorados con pinturas, atestiguan el ingenio arquitectónico de la civilización Caral Supe. La ciudad estaba dividida en barrios: los cercanos a los edificios públicos estaban habitados por la élite, mientras que las viviendas más modestas de las afueras albergaban a los trabajadores.
En la actualidad, las excavaciones arqueológicas de Caral y otros yacimientos del valle de Supe siguen desvelando los secretos de esta antigua civilización. Caral se ha convertido en un importante destino turístico gracias a su proximidad a Lima y a la accesibilidad de la región.
Para Ruth Shady, Caral es algo más que un descubrimiento arqueológico. Según ella, «Caral debe convertirse en un símbolo que refuerce nuestra identidad cultural… Significa que podemos vernos como miembros de una sola nación, en este caso la nación peruana».
Venga a Caral y descubra la grandeza de esta civilización milenaria, donde el pasado sigue dando forma a nuestra comprensión del mundo.
© Xauxa – Piedra parada
Hugo Bernamonti